Arteterapia
El arte es cuestión del corazón, es portador del amor.

La medicina integrativa complementa a la medicina convencional también con esta disciplina. La terapia artística satisface diversas motivaciones y necesidades humanas, entre ellas autorrealización, autoexpresión, creación, logro , reconocimiento, identidad, y trascendencia.
Las imágenes del arte tienen un poder evocador de las experiencias de vida, actúan como poderosas herramientas de sugestión en nuestro consciente e inconsciente. Van más allá del intelecto o de la razón, y nos ayudan a desarrollar nuestro propio potencial humano.
Llegar a ser más consciente de sí mismo, expresar miedos , ansiedades y otras emociones que pueden ser difíciles de verbalizar. Comunicarse e interactuar más eficazmente con los demás, construir la autoestima, disminuir el estrés, mejorar la calidad de vida, encontrar la comodidad, la libertad y la esperanza
Existen experiencias que no se pueden expresar con el lenguaje cotidiano de las palabras. Lo artístico nos permite experimentar , dar forma e integrar diversos pensamientos y sentimientos. Recuerdos y fantasías. Entre ellos las fobias, los rechazos, los pensamientos obsesivos. Es una oportunidad para atreverse a expresar en otro medio situaciones que no son aceptadas o que son socialmente desaprobadas.

El arteterapia es un potencial para aceptar, ubicar e invertir sentimientos o pensamientos que generan sufrimiento y dolor. El color y las formas se convierten en mediadores entre el alma y el organismo. En los ambientes de color viven las polaridades, lo agradable y desagradable, la luz y la oscuridad, lo liviano y lo pesado, la quietud y el movimiento, todas ellas enriquecen nuestra manera sentir, nos ayudan a sensibilizamos y a revitalizar los sentidos.
El contacto con el color y las formas promueven orden, armonía, equilibrio, ritmo y cambio. Fisiológicamente se produce una activación en el organismo, 45 minutos en contacto con el color sube el sistema el inmune. Además además estimulamos el lóbulo frontal, funciones cerebrales como la creatividad, la toma de decisiones o la atención plena. Lo que se manifiesta en variaciones de tensión y en el alivio de ellas. El resultado es el positivismo y la resiliencia. El empoderamiento, la capacidad de el poder actuar, hacer algo aquí y ahora, con las herramientas que tengo y con la situación por la que atravieso.
La terapia artística se desarrolla de manera natural , entramos en una frecuencias de ondas cerebrales que propician la paz interior y el bienestar además es posible experimentar el amor, la alegría, la compasión y la ecuanimidad en el cambio o trascendencia.
La terapia artística, mediante la belleza, la sorpresa y el cambio, nos conduce a un despertar de la propia realidad. Nos aporta el conocimiento, la confianza, la seguridad y la fe, de que cada fase o etapa, en todas y en cada una de las circunstancia por las que atravesamos en nuestra vida, forman parte de un proceso mayor, el cual nos conduce a la evolución y al cambio.